La RPDC es el país verdadero del pueblo donde se aseguran en el máximo nivel los derechos independientes de las masas populares.
El régimen social del Estado, la Constitución socialista y otras leyes nacionales y todas las líneas y políticas tomadas por Partido y el Estado y sus actividades están orientados a proteger los derechos independientes e intereses de aquellas.
El gobierno facilita a la población todas las condiciones para ejercer los derechos independientes.
Fomenta la participación de amplias masas en la administración estatal y la vida sociopolítica.
Como dueños del país, todos los ciudadanos ejercen dignamente sus derechos políticos, inclusive el de elegir y ser elegido.
Los trabajadores comunes se eligen como diputados a la Asamblea Popular Suprema y otros órganos del poder de distintos niveles y comparten por la ley el derecho a estudiar y trabajar.
Desde el primer día de su fundación, la RPDC presentó el fomento del bienestar de la población como el máximo principio de sus actividades y practica invariablemente las políticas populares, pese a las múltiples pruebas y dificultades.
Da primacía a las demandas y voluntad del pueblo en elaborar e implementar todas las líneas y políticas estatales.
La institución y ejecución de las leyes se hacen en el principio de proteger al pueblo y su evaluación deviene precisamente la norma de todas las actividades de producción y construcción.
Se materializa la consigna «¡Todo para el pueblo y todo apoyándose en las masas populares!» en la construcción y actividades del Estado y se da prioridad a los intereses del pueblo en todos los dominios de la sociedad.